este estupendo blog, estaba deseando mandar mis fotos, así
que hoy he encontrado un ratito para ponerme a ello. Le doy las gracias
por dejarme participar en él y que podáis ver mi rinconcito desde esta
ventana maravillosa.
Mi cocina no es nada espectacular, pero
creo que es bonita y -para mí, claro- especial. Todas las cocinas son
dignas de ver porque todas tienen su encanto, grandes, pequeñas,
clásicas o modernas, merecen ser mostradas aunque sólo sea por el cariño
que ponemos en lo que en ellas elaboramos. Ya que hay que cocinar,
mejor hacerlo con gusto y en un lugar donde nos sentimos bien.
Para mí una cocina tiene vida, es una parte
muy importante en una casa por la cantidad de horas que pasamos en
ellas y por los momentos que compartimos en familia sentados a la mesa.
Por esto, mi cocina tiene un gran inconveniente… es pequeña, muy grande
para algunos, pero escasa para lo que a mí me hubiese gustado. Mi sueño
era tener una gran cocina con isla, una pequeña despensa, una gran mesa
con muchas sillas, muchos armarios y, muy importante, un rincón con
mesita de camilla y todo para pasar la tarde. Así que, con esta
espectativas, todo parecía poco. Aún así, estoy encantada con ella, para
nada me quejo, todo lo contrario.
Todo son ventajas si la comparo con mi
anterior cocina -sólo hace un año que tengo esta porque nos hicimos un
piso a nuestro gusto dentro de lo que se podía hacer en un edificio-,
mucho más pequeña, sin lavavajillas, sin nada de despensa y comunicando
con un pequeño lavadero que no me dejaba ver directamente la calle y me
quitaba buena parte de la luz.
Ahora tengo armarios despenseros, grandes
cajones, placa vitrocerámica y de inducción, un grifo que se extrae para
mejor manejo, lavavajillas, una bonita campana decorativa, una enorme
mesa, diferentes luces para crear distintos ambientes, una lámpara
italiana que me encanta y parecía estar hecha para mí, suelo de mármol
envejecido, y , lo mejor: mi gran puerta de dos metros que da paso a una
luz impresionante, una vista maravillosa y hermosa terraza, ideal para
las estupendas temperaturas levantinas.
Algunos detalles a comentar:
- La cocina tiene 16 metros y medio. Los muebles son de madera de roble en color Wengué y los colgantes son de cristal. La campana y electrodomésticos son de acero, excepto el lavavajillas que está panelado, a la derecha del fregadero.
- La iluminación va por zonas y hay tres diferentes. Una es la lámpara colocada sobre la mesa con luz más tenue, que utilizamos a la hora de cenar o para crear una luz ambiental, a menudo acompañada de las pequeñas luces de la campana. Las otras dos zonas tienen halógenos, una sobre los frigoríficos y la ora sobre la zona de cocina, fregadero, lavavajillas, horno y microondas, todo lo que corresponde al frontal de la cocina.
Los colgantes iban con una placa luminosa
que ocupaba todos la parte de abajo, es la base de estos armarios pero…
sorpresa me llevé cuando me colocaron la cocina y descubrí que no estaba
por un malentendido. Algún día la pondré porque la electricidad la
tengo preparada para los armarios. La quería para esa luz ambiental que
me encanta tener por la noche cuando se está cocinando y creo que debe
quedar preciosa, pero realmente no me falta luz con la que tengo ahora.
- Cuando encargué la mesa -que la hicieron a medida del mismo silestone de la encimera-, le decía al muchacho: “grande, grande, lo más grande que pueda”… cuando vino la mesa de 1 metro por 1,60cm, casi me da algo, pensé: “ahora donde nos metemos los demás???” Creía que me había pasado pero enseguida me acostumbré. Ahora, mesa no me falta, no!
- El frontal tuve claro desde el principio que lo quería del mismo material de la encimera, para limpiar fácil y no ver juntas, pero tenía dudas de si sería demasiado silestone. En el último momento pregunté si sería de una pieza y cuando me dijeron que no daba la medida y había que ponerlo en dos partes, directamente dije que no. Ahora no me desagrada lo que tengo porque tiene un toque distinto y no es nada sucio.
- Tengo un problema con la pared izquierda que tengo pegada a la placa. Menos el frontal, toda la cocina está pintada, así que se me ha terminado ensuciando por estar tan cerca. Esto no lo pude evitar porque la placa no iba en ese lugar y quedaba mucho más lejos, pero cuando ya tenía los azulejos puestos y la casa pintada, se dieron cuenta que las medidas estaban mal y tuvimos que cambiar la campana y la placa. Ahora estoy intentado encontrar lo que se me ha ocurrido poner para no andar siempre pintando.
- Estoy encantada con la zona de los frigoríficos porque quería poner a toda costa dos piezas, un frigorífico entero y un congelador entero y tuve mis problemas para colocarlos. al final, lo que puse es dos combi y lo recomiendo a todo el que tenga espacio porque tienes más frigorífico y más cómodo por estar todo a mano. Lo del congelador, que se usa menos, está todo abajo.
- La cortina es estupenda, la he puesto hace poco. Sube y baja muy cómodamente enrollándose sobre sí misma y da intimidad a la vez que deja pasar a luz sobradamente.
- Y por último, quiero destacar las vistas que tengo cuando estamos cocinando o sentados a la mesa. Siempre he querido poner el fregadero bajo una gran ventana por aquello de tener una vista agradable, mientras haces algo no tan agradable, pero la distribución de la cocina y el comunicar con la terraza, merecían la pena sacrificar esta idea, prefiero tener los dos metros libres para salir y además, como ahora friega el lavavajillas…
Los vecinos me quedan bastante lejos y se
puede ver todo el caso viejo del pueblo, con la Iglesia a la izquierda y
una montaña coronada por el castillo de Puerto Lumbreras, mi pueblo, a
la derecha. En el hay casas – cuevas restauradas para visitar, un
mirador, explanadas donde se hacen conciertos, teatro,… una zona que
está mejorando cada día y que os invito a visitar.
Gracias
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